Los vi tomando un tecito vocacional en un bar. Me acerqué, y cuando los saludé
me mostraron la lengua quemada porque el vocacional estaba muy caliente.
Me dijeron si no quería tomar el mismo tecito que ellos. “No, gracias, yo ya tengo decidido qué voy a ser cuando sea grande”, mentí y me fui.
me mostraron la lengua quemada porque el vocacional estaba muy caliente.
Me dijeron si no quería tomar el mismo tecito que ellos. “No, gracias, yo ya tengo decidido qué voy a ser cuando sea grande”, mentí y me fui.