Yo barro el papel picado que se le metió en la ropa a los invitados
y lo vuelvo a usar
para otra fiestita.
martes, 29 de julio de 2008
la lluvia
es el tipo de respiración
que siempre quise tener*
domingo, 27 de julio de 2008
Mi mirada no está hecha de mis ojos, mi mirada es mi boca. Una boca que muestra los dientes. Y cada diente es un ojo. Y las encías son las cejas. Con mis dientes lloro y con mis ojos muerdo. Fernando Peña habló de lo bueno que es invertir roles sin dejar de ser uno, entonces ¿por qué los ojos sólo tienen que llorar y los dientes sólo morder? ¿Y si los dientes lloran dejan de ser dientes? ¿Y si los ojos muerden dejan de ser ojos? Perdón, sigo. Miro en la góndola de motivos para llorar y lleno mi changuito sin que nadie me vea. La cajera se ríe o se preocupa pero no dice nada, sólo me cobra. El juego de romper. Juego a mirar fijo hasta romper lo que miro. Rompo la vidriera en la que estoy quieta esperando que me miren, me señalen y me lleven. Rompo el ruido callándome. Callarse es morderse hasta herirse la lengua y el silencio es la sangre invisible que quiero limpiar con la lengua que me mordí. El mar puede estar en una sola ola como el amor en un primer hola.
Pongo el tapón, es uno azul, prendo la canilla ¿Cuál es la caliente? ¿La azul o la roja? siempre me confundo. Mezclo hasta encontrar el punto justo de la tibia. Cuando la bañera ya está llena, me saco la ropa, la dejo a un costado. Me meto, primero los pies, la peor parte, después el resto del cuerpo. Me gustaría una siestita acuática pero me da miedo ahogarme dormida. Revuelvo el agua con las manos, por suerte encontré el punto justo de la tibia. Me estiro toda, me relajo, o me hago la que me relajo, Miro los azulejos celestes y al toque se me ocurre leer la parte de atrás de los shampoos y los acondicionadores poniendo distintas voces. Lo hago un rato, después dejo los envases, me dan ganas de hacer pecho, crol me salió siempre mal, pero la bañera es demasiado chiquita así que no me queda otra que reprimir la nadadora que llevo adentro. ...y entre tanta desnudez mojada, toco mi cola a ver si creció.
sábado, 12 de julio de 2008
sobre la tibia cáscara de un cuerpo desnudo una mano sube, baja, pisa y otros verbos
toc toc tocame no tengo yema sólo tengo clara
el temblor se escribe sobre los renglones de mi palidez cada vez que los besos que quiero saltan lejos, a otra parte como sapos-
En la vidriera estamos todos, posando en puntas de pie, fingiendo una altura que no tenemos, sosteniendo la sonrisa hasta acalambrarnos toda la cara, para que los que hacen compras nos señalen con el dedo, nos tiren en el changuito y nos lleven. Eso quiere decir que nos eligieron. Y cuando estemos en la caja con otros productos vamos a descubrir cuánto valemos. Si somos caros o baratos. Qué feo.